Hoy vamos a plantear algunos sencillos y útiles consejos para conducir sobre suelo mojado.
La importancia de un buen equipo
Es esencial contar con un vestuario especializado para conducir con lluvia. Lo que significa contar con unos buenos guantes, cazadora y pantalones que sean impermeables; así como con unas botas que eviten la entrada de agua. Esto nos permitirá mantenernos secos evitando que el frío y la humedad nos hagan bajar la guardia. Toda nuestra atención debe estar en la carretera y en los imprevistos que puedan aparecer.
Es muy importante el uso de un casco que tenga la pantalla sin rayar para optimizar la visión, si cuenta con un sistema anti-vaho y, además, empleamos algún producto que repela el agua, lograremos que nuestra visibilidad sea cercana a la de un día seco.
LA CALZADA Y SUS CIRCUNSTANCIAS
Para comprobar el agarre del pavimento podemos utilizar el freno trasero de forma que cuando la rueda posterior comienza a derrapar nos haremos una idea de lo mucho o poco que podremos frenar con el delantero. Las dificultades que pasan desapercibidas con un asfalto seco pueden convertirse en auténticas trampas sobre suelo mojado, por ello debemos de estar alerta.
ANTICIPACIÓN DE MOVIMIENTOS Y CONDUCCIÓN SUAVE
Nuestras trazadas también son diferentes los días de lluvia, por eso es muy importante que anticipemos nuestros movimientos. Deberemos suavizar nuestro tipo de conducción y evitar acelerar o frenar de forma brusca así como las trazadas demasiado agresivas puesto que ese tipo de conducción logrará que se rompa fácilmente el agarre entre los neumáticos y el asfalto. Si realizamos este tipo de maniobras suavemente la unión será mayor.
Podemos concluir que las claves para una conducción segura en lluvia son la anticipación, la suavidad y la concentración.